domingo, 24 de abril de 2011

Triunfo de la luz


Quizá el tiempo que se traduce para muchos como una tontería es en realidad una oportunidad de reencontrarse con uno mismo, con la esencia que cada uno lleva dentro de sí.

En este día reina la alegría y la paz en los cielos y para muchos también aquí en la tierra, este no es un fragmento de un antiguo libro es simplemente la repetición de la historia y de una majestuosa, porque no solo pasa con el tiempo, sino es una manifestación misma de quienes han dedicado tiempo a vivir desde adentro este momento.

La semana Santa concluye en este Domingo de Resurrección, día en que se recuerda la venida de Dios por esta tierra y el plan cumplido del Padre en el Hijo.

En el andar por la vida hay quienes se dan cuentan que han desperdiciado oportunidades, pero en mi propia convicción no existe oportunidad mayor que dar paso al creador, él mismo tiene la potestad de levantar al paralítico y no solo en su estado físico más de espíritu.

Verdaderamente CRISTO HA RESUCITADO para que recordemos que todos los humanos deben aprovechar cuanto tienen en esta tierra, para recordar que es mejor dar que recibir, que hay una complacencia en aquel que hace el bien para sí y los demás; hay uno que reina que demostró y sigue demostrando su amor.

Las catástrofes que se evidencian por doquier son signos de una oportunidad agotada, para recordarnos que nada de cuanto ocurra debe turbarnos

La resurrección de Cristo es el signo mayor de esperanza, retomar el valor y seguir caminando e ir sembrando con cuanto hacemos con cuantos sentimientos poseemos. Siembra.
Cristo ha Resucitado

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